Con el objetivo de reducir aún más su impacto en el entorno, Cementos Molins Industrial está aplicando desde el verano pasado el programa de reducción de polvo, que ha supuesto hasta ahora una inversión de 200.000 € en equipos y maquinaria para la fábrica de Sant Vicenç dels Horts. Las principales medidas implantadas incluyen la pavimentación de viales, la colocación de filtros en algunas instalaciones auxiliares o la introducción de una nueva barredora capaz de alcanzar los lugares más recónditos. Entre las futuras actuaciones previstas hay también mejoras en los procesos en las zonas de carga de cemento a granel y de molienda de clínker.
En paralelo, y mediante la coordinación de un equipo interdisciplinar formado por técnicos de los Departamentos de Medio Ambiente, Producción y Mantenimiento, se está desarrollando una serie de reuniones internas que tienen por objetivo detectar puntos de mejora y diseñar las soluciones a implementar. Toda la información generada es divulgada también al conjunto de la plantilla a través de los canales de comunicación interna de la empresa, con el fin de aumentar la concienciación y las mejores prácticas de los profesionales de la casa.
Precisamente, el contenido de este programa de reducción de polvo constituyó el eje central de la última sesión de trabajo de la Comisión de Sostenibilidad (CS) celebrada en la fábrica el 26 de noviembre. El acto reunió a cerca de 30 personas entre técnicos municipales y de la Generalitat de medio ambiente, representantes de las entidades vecinales de Sant Vicenç y Pallejà, trabajadores de la empresa y concejales de los ayuntamientos donde CMI desarrolla su actividad. Esta sesión de trabajo completa un ciclo de 10 años (desde 2010) en que se han celebrado 25 reuniones en las que ha tomado parte más de 70 personas diferentes. Además, ha sido la primera sesión tras las Municipales de mayo y, por lo tanto, contaba con la presencia de nuevos concejales, como los de Medio Ambiente de Sant Vicenç dels Horts y de Molins de Rei.
Entre los temas abordados, y aparte de las acciones de lucha contra las emisiones de polvo, figuraban los sistemas de control de ruidos y vibraciones en las detonaciones en la cantera; el cumplimiento de la normativa ambiental; el Plan de Autoprotección de los trabajadores; las medidas que se implantan durante los episodios de contaminación atmosférica; y las políticas de la empresa de sustitución de combustibles fósiles para minimizar aún más las emisiones por chimenea.
