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Cementos Tudela Veguín destaca su experiencia como industria recicladora en una jornada sobre economía circular organizada por el Principado de Asturias

El pasado 17 de noviembre tuvo lugar la jornada ‘Colaboración público-privada y oportunidades de negocio de la economía circular’ en la que se mostraron las crecientes opciones de diversificación económica del reciclaje. Organizada por el diario El Comercio y con la colaboración del Consorcio para la Gestión de los Residuos Sólidos de Asturias (COGERSA) y el principado de Asturias, la jornada se estructuró en tres mesas de debate. La presentación corrió a cargo del director de EL COMERCIO, Marcelino Gutiérrez, y de la viceconsejera de Medio Ambiente, Nieves Roqueñí, que recordó que tanto en Cogersa, que cumple 40 años, como en la gestión de la Administración y las empresas «nos enfrentamos a nuevos retos, en la innovación; en una normativa cada vez más exigente que se nos exige para las nuevas instalaciones industriales, y en la colaboración público-privada». Pero también a «grandes proyectos que generan nuevas oportunidades de negocio que nos ayudan a descarbonizar los procesos productivos y que están posicionando a la región en la acción contra el cambio climático».

Roqueñí subrayó la reciente publicación en el BOPA de la resolución por la que se destinarán 4,8 millones para impulsar la recogida separada de residuos en 41 ayuntamientos, «y tenemos otra partida de fondos Next Generation de 2022, por más de diez millones, con la que haremos una nueva convocatoria en breve», señaló. La viceconsejera abogó por involucrar «a toda la sociedad en el consumo responsable -mirando, entre otros aspectos, el origen y la reciclabilidad de los productos- y en la separación de los residuos» y anotó que el Principado está «elaborando una estrategia de Economía Circular en la que se pasa del ‘usar y tirar’ a un ámbito más allá del reciclaje, centrado en tres ejes: el diseño responsable, la fabricación en clave de sostenibilidad y el aprovechamiento de todos los materiales y la energía».

Para ello, hay «una serie de palancas, como el desarrollo de una reglamentación regulatoria favorable, una financiación adecuada, una permanente apuesta por la innovación y, una cuestión clave, una formación y sensibilización permanente de la sociedad».

Optimizar el ciclo de vida de los productos
La primera mesa fue la de Innovación Circular, con las aportaciones de Íñigo Felgueroso, director gerente de Idonial, Juan Majada, director del Centro Tecnológico de la Madera (Cetemas), y Enrique Cobián, responsable de la Cátedra Cogersa de la Universidad de Oviedo. Felgueroso apostó por «fomentar nuevas prácticas en el tejido empresarial» y puso el ejemplo del «codiseño, en el que estudiamos el producto desde su geometría -importante para optimizar la logística- y desde sus materiales. Se afronta con un análisis del ciclo de vida del producto para reducir al mínimo el gasto energético y aligerar las piezas, mejorar su resistencia a la corrosión, monitorizarlo donde es posible y alargar su vida o reutilizando productos mediante impresión 3D, como plásticos, pero también áridos y aleaciones, de las que recuperamos materias primas críticas».

Majada aportó el criterio de que el reciclaje ha de ir mucho más allá de «la fase energética», y habló, por ejemplo, de que «incluso tras la pirólisis hay residuos que, con aditivos, pueden usarse en la construcción». En este sentido, puso la tilde en el sector forestal, cuya reutilización de residuos es hoy «fundamentalmente energética, pero las posibilidades son enormes, y hay que sacar valor antes de llegar a la fase energética» (de esto hablaría posteriormente en su mesa la directora de Medio Ambiente en Desarrollo de Negocio de ENCE, Silvia Cortiñas«. Felgueroso apuntó también que Asturias »tiene un tejido industrial muy vinculado a los materiales en grandes volúmenes«, así como la experiencia con »el acero, que se recicla infinitamente«. Y Enrique Cobián destacó que en la transferencia de conocimientos sobre reutilización de recursos procedentes del reciclaje »estamos aún un poco en pañales. A la Universidad le hace falta un salto importante en este aspecto«, que definió como »de carácter trasversal, porque la Economía Circular trasciende a todas las áreas del conocimiento«.

Cobián también anotó «que hay cierto déficit en la utilización de la capacidad de producción de nuestro medio rural. Tenemos mucha más capacidad de producción de la que utilizamos en la agricultura, la ganadería y en lo forestal, y eso ayudaría a fijar población», lo que dio paso a la siguiente mesa, en la que también se habló profusamente del medio rural asturiano.

«En diez años tendremos la mitad de ganaderos»
Y es que en la segunda mesa participaron Ignacio Vigil, presidente de la asociación de Industrias Químicas y de Proceso de Asturias (IQPA); Silvia Cortiñas, directora de Medio Ambiente en Desarrollo de Negocio de ENCE, y Raquel López, directora de Transformación de Central Lechera Asturiana. Esta última puso de relieve que el sector primario «es muy circular ya en origen» y destacó la apuesta de Central Lechera por un tipo de producción respetuosa con el medio ambiente. Así, enfrentó los modelos «de granjas de mil vacas con el nuestro, en el que tenemos 900 micropymes con las que tratamos cada día y que tienen una media de 40 vacas productoras». Y advirtió: Si no se pone remedio, «en dies años tendremos la mitad de ganaderos, y tenemos que ayudarles a hacer esa transición» hacia una economía aún más circular y eficiente que la que tradicionalmente se emplea en las explotaciones rurales.

Silvia Cortiñas alertó también de que el cambio climático ya «es una realidad en el día a día de las empresas», que se nota en «la escasez de agua», que «va a ser uno de los mayores retos de las empresas». Ence «ya ha reducido el 30% del consumo que teníamos en 2018», para lo que ha empleado «tecnologías que no son específicamente de nuestro sector».

E igual que se adaptan tecnologías, la Economía Circular obliga a las empresas a abrir sus puntos de vista: «La valorización no puede ser solo energética», indicó Cortiñas, que puso el ejemplo de «la lignina de la madera, un tipo de polímero natural que siempre se vio como un residuo, pero que puede tener, además del uso energético, utilidades como sustituto de plásticos, para lo que tenemos un proyecto de colaboración con la Universidad de Oviedo. Espero que a corto plazo, por ejemplo, el salpicadero de mi coche pueda tener una base de polimero de lignina, pero para ello necesitamos mucha ayuda, tanto tecnológica como de que el tejido productivo lo necesite y los clientes lo demanden».

Porque esa es una de las claves fundamentales: El cliente tiene que ser consciente del valor añadido de los productos basados en materias primas secundarias obtenidas del reciclaje, pero también debe poder adquirirlos sin que le supongan un sobreesfuerzo económico que le pueda hacer desistir de la compra. Esa clave la aportó Ignacio Vigil, que puso el ejemplo de que «la industria puede ser la solución para la emisión de CO2. Se está investigando en el uso de ese gas para generar diversos etanoles, metanoles, fibras y formaldehído, que se pueden convertir en zapatillas deportivas, fibras textiles elásticas y medicamentos». La clave, por ejemplo, ahí, es que unas zapatillas deportivas generadas de esta forma no tengan un precio disparado, sino en clave del mercado normalizado.

«Descarbonizar no es electrificar»
La jornada se cerró con la mesa sobre Recuperación de Recursos, en la que debatieron Paz Orviz, gerente de Cogersa; Fernando Tresguerres, director de Medio Ambiente de Cementos Tudela Veguín, y Luis Navedo, responsable de Gases Renovables de Nortegás. Precisamente, Luis Navedo dio continuidad al discurso de Vigil: «Descarbonizar no es electrificar», indicó el ejecutivo de Nortegás, que indicó que «hay gases reciclables que favorecen la circularidad, y hay líneas de negocio en las que los gases renovables son el centro. A corto plazo, el biometano», del que indicó que se puede usar como sustitutivo del gas natural con poca o nula inversión por parte del usuario final, sea éste una industria o un particular. A largo plazo, «el hidrógeno y el syngás (o gas de síntesis)». También habló de la combinación de gases, en este caso de CO2, CH4 (metano) e hidrógeno, que «tienen una sinergia muy importante, y se pueden mezclar y crear vías importantes de generación térmica», lo que se está investigando en el proyecto H2Area para reducir las inversiones para el usuario final y para optimizar la logística.

Por su parte, Paz Orviz destacó que, en aplicación de las directivas de la Unión Europea, «estamos ante un cambio de modelo. Este es el último año en el que todos los residuos mezclados se van al vertedero», y puso una imagen muy ilustrativa: «En 2023, además de muchos camiones entrando con residuos en Cogersa, veremos muchos camiones saliendo con materiales para otras empresas». Con gracejo, añadió que «ya no somos los de la basura, sino los de la Economía Circular, lo que nos da glamour».

Tresguerres destacó la experiencia de un sector como el suyo, el cementero, en el reciclaje: «No somos unos recién llegados. Hay materiales reciclados en los diques de Holanda o en las fortificaciones de la Línea Maginot francesa». La del cemento es una industria en la que la utilización de energía es muy intensa, y anotó que «en Europa estamos usando unos 12 millones de toneladas al año de combustible alternativo», lo que «equivale a la producción de CSR de 80 plantas como la de Cogersa». Y recordó que «nuestra ubicación privilegiada por la cercanía de las centrales térmicas, que ahora se están cerrando, y de la acería de Arcelor nos aporta cenizas y escoria granulada de horno alto», materiales que se emplean en la elaboración del clínker y quedan reciclados en él.

En resumen, la jornada dejó sentado que la práctica totalidad de los residuos, bien seleccionados previamente y con la correcta aplicación de tratamientos, pueden y deben generar tanto materias primas secundarias revalorizables como fuentes de energía alternativas, y que uno de los esfuerzos principales a adoptar es el de difundir y concienciar a toda la ciudadanía de que la alternativa a esto es una sociedad inviable, precisamente cuando se acaban de superar los 8.000 millones de habitantes en el mundo y el cambio climático es una realidad cada día más amenazante.

noviembre 2022

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