Fabricar hormigón neutro en carbono en 2050 y sacar al mercado sólo productos y soluciones bajos en CO2. Con este compromiso como base de su estrategia de acción climática ‘Futuro en acción’, CEMEX ha catalogado y presentado una selección de productos de rehabilitación enfocados a obtener la máxima eficiencia energética de los edificios, viviendas e infraestructuras.

La nueva gama de servicios y materiales CEMEX destinados a la rehabilitación energética incluye una amplia selección de productos innovadores diseñados para impulsar la eficiencia energética, para aumentar la productividad y durabilidad, así como para compensar las emisiones de carbono y el ahorro de agua, tanto en su fabricación como en su aplicación.

Ejemplos de ello son el hormigón Vertua® -con bajo contenido en CO2-, los cementos y morteros autonivelantes -ideales para sellar la calefacción por suelo radiante-, o el hormigón ligero espumado, diseñado para mejorar el aislamiento térmico. Pero, además, también están los morteros o los sistemas sostenibles de drenaje urbano.

Con esta nueva gama enfocada a la rehabilitación energética, CEMEX se consolida como una compañía comprometida en revertir los efectos del cambio climático. El resultado de este trabajo, sus productos y servicios, se traduce en edificios más resilientes que además de convertirse en eficientes, requieren de un menor gasto en conservación y mantenimiento.

En este sentido, según señala Steve Crompton, director de Calidad y Tecnología de Producto de CEMEX Oeste de Europa, «se pueden mejorar desde viviendas residenciales hasta edificios públicos o entornos urbanos, al final si se cuida el entorno construido, también se mejora significativamente nuestro entorno natural. La renovación de edificios antiguos puede generar ahorros de energía significativos, ya que nuestro parque de viviendas representa más del 40% de la energía consumida. Sólo en España está previsto que se rehabiliten 1,2 millones de viviendas antes de que finalice la década. Hasta ahora, anualmente solo un 1% se sometían a obras de rehabilitación energética».

Y es que, si se cumple este pronóstico para 2030 en España se conseguiría reducir un 61% el grado de dependencia energética del exterior. Por ello, el Gobierno, a través de los fondos de recuperación europeos Next Generation, destinará más de 6.800 millones de euros para la rehabilitación de viviendas y la regeneración urbana.