Un grupo de periodistas de diferentes medios de comunicación ha tenido la oportunidad de visitar la fábrica de Alhandra (Portugal) del Grupo Cimpor, para conocer de primera mano el proyecto de valorización energética y recibir información directa sobre los beneficios y las garantías de la sustitución de los combustibles fósiles por combustibles derivados de residuos que ya no se pueden reciclar ni utilizar.
A lo largo de la jornada, los periodistas, que estuvieron acompañados por el director de la fábrica, Juan Aguilera, y la directora de Medio Ambiente de la planta de Toral de los Vados, Marisa Bueno.
En la actualidad, la planta de Alhandra, con una producción de 2,6 millones de toneladas de cemento al año, sustituye en el entorno del 20% de sus combustibles por: biomasa, neumáticos, harinas cárnicas y combustibles derivados de residuos sólidos urbanos (CDRs).
Desde el inicio de este proyecto de sustitución parcial de combustibles, en 2008, la fábrica cuenta con una Comisión de Acompañamiento Ambiental (comité de seguimiento del proyecto) constituida por la Cámara Municipal de Vila Franca de Xira, en la que están representados los 11 municipios del entorno (135.000 habitantes) y 12 instituciones (ayuntamientos, órganos de distrito, organismos sanitarios, empresarios, bomberos y personal de protección civil). Asimismo, dispone de un consultor externo, elegido por los agentes sociales y financiado por la compañía, que supervisa el funcionamiento del proceso de valorización en la planta, traslada la información a los miembros de la Comisión y plantea las dudas o necesidades de los miembros del grupo de trabajo ante la empresa en relación a esta iniciativa. La comisión organiza cuatro reuniones al año, en las que los agentes sociales locales y otros públicos objetivos representados analizan los datos y formulan recomendaciones en materia de salud pública y medio ambiente.
Según el director de la planta “la constitución y funcionamiento de esta Comisión es una muestra por parte de la compañía de transparencia con el entorno y de garantía de que la valorización energética es un proceso que no entraña ningún riesgo y que no representa nada que haya que ocultar. Por su parte, la implicación de los municipios de la zona y los colectivos de interés es un claro reflejo de la necesidad de estar informados de primera mano y de la oportunidad de hacer aportaciones en los ámbitos de desarrollo sostenible y salud pública”.