Hanson-HeidelbergCement Group colabora en la puesta en marcha de una Escuela Neurocognitiva en la localidad malagueña de Casares. El proyecto ha sido impulsado por la asociación Botika y cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de la localidad y la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol Occidental, además de otras empresas de la zona. El objetivo de esta escuela es dar respuesta al reto del envejecimiento saludable en zonas rurales, donde no existen recursos especializados y adaptados para atender a una esperanza de vida cada vez más longeva.
La escuela, que ya ha comenzado a funcionar en el edificio municipal de calle Camachas, atiende a personas con enfermedades neurodegenerativas, neurológicas y psicoemocionales derivadas de la edad avanza y también a otros usuarios más jóvenes que presentan diversidad funcional o psicopatología del adulto.
Presentación de la escuela
Para Hanson-HeidelbergCement Group, esta colaboración se inscribe dentro de su política de Responsabilidad Social Corporativa, plasmada en un convenio de colaboración con el Ayuntamiento de Casares para el fomento de iniciativas de interés para el municipio. En este sentido, el director facultativo de la cantera, Joaquín Berja, se ha mostrado muy satisfecho de colaborar con este proyecto y ha destacado que “para nosotros es muy importante contribuir a mejorar la vida de los pueblos en los que desarrollamos nuestra actividad y la Escuela Neurocognitiva da respuesta a las carencias en materia de atención y cuidados que sufren las zonas rurales como Casares”.
El proyecto se presentó el pasado 21 de mayo por la presidenta de Botika, María Valádez, en un acto que contó con la presencia del alcalde de Casares, José Carrasco; la concejala de Derechos Sociales, Rocío Ruiz; el delegado de RSU en la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol Occidental, Juan Luis Villalón, y el director facultativo de la cantera de Casares, propiedad de Hanson-HeidelbergCement Group, Joaquín Berja.
“Pretendemos que mejore la calidad de vida de las personas mayores y personas con necesidades específicas fomentando el envejecimiento activo y previniendo la discapacidad y la dependencia a través de una serie de programas que rehabilitan, restauran, adaptan y estimulan a nuestros usuarios cognitiva y físicamente para conseguir el mayor grado de autonomía el máximo tiempo posible”, explicó la presidenta de Botika.
El alcalde de la localidad, por su parte, agradeció la labor social que ha realizado Botika en Casares, que lleva más de 15 años desarrollando terapias de estimulación cognitiva y seis con su Escuela de Memoria en el municipio. Carrasco destacó el compromiso del Ayuntamiento para seguir apoyando este proyecto e insistió en que “continuaremos respaldando estas iniciativas que mejoran la calidad de vida de nuestros mayores, un colectivo al que le debemos un especial respeto y que merece toda nuestra atención”.
