El pasado 19 de enero, Holcim (LafargeHolcim) en Jerez de la Frontera comunicó a su comité de empresa y al resto de sus empleados su intención de comenzar un periodo de consultas en el marco de un despido colectivo. La compañía pretende así iniciar el proceso de conversión de su fábrica de cemento en una estación de molienda desde donde se continuaría atendiendo al mercado de la región, una transformación que considera imprescindible para su futuro.

Este proyecto, basado en una lógica de reorganización y ajuste industrial por causas productivas y organizativas, viene a raíz esencialmente de un exceso de capacidad industrial, junto con la caída de las exportaciones, tanto en volumen como en precio, y la reducción de las asignaciones de derechos de emisión de CO2 conforme a la nueva normativa europea.

Con esta comunicación, la compañía ha iniciado las negociaciones en el marco de un proceso de despido colectivo en su fábrica de Jerez.

Isidoro Miranda, director general de LafargeHolcim en España ha reiterado la “voluntad de la compañía de trabajar con los interlocutores sociales para llegar a un acuerdo que permita la continuidad de nuestra actividad en la localidad de Jerez”.