CEMEX está suministrando hormigón para la construcción de la calzada del túnel de las Glòries, una de las principales infraestructuras de tráfico de la ciudad de Barcelona. Se trata de un hormigón HF-4.5/B/20 con una mezcla de árido calizo y silíceo que permite aumentar la resistencia al desgate de la capa de rodadura.

Dada su ubicación, el túnel está sometido a un uso intensivo de tráfico de vehículos. Por esta vía pasan diariamente unos 90.000 vehículos ligeros y pesados, lo que ha hecho demandar al constructor un hormigón que permita reducir el desgaste de la infraestructura y alargar su vida útil, consiguiendo además importantes ahorros económicos tanto en la ejecución como en el mantenimiento.

El suministro alcanzará, una vez terminada la obra, los 6.000 m3 de hormigón, que se fabrican y sirven desde la planta que CEMEX tiene en Sagrera, una instalación preparada para ofrecer tan especial mezcla situada a unos 3 km de la obra.

El túnel, propiamente dicho, tiene casi 1.000 metros de longitud y alcanza entre rampas y accesos una longitud total de 1.770 metros. La obra consta de dos tubos independientes con circulación unidireccional que discurren a una profundidad que va desde los 10 a los 25 metros por debajo de la rasante de la superficie La infraestructura se está construyendo por debajo de los cuatro corredores existentes: L1 Metro, R1 línea de Maçanet-Massanes, R3/R4 (líneas de Manresa y Puigcerdà) y la línea de estación de Francia-Sants.

Hasta el momento se ha realizado una primera fase del proyecto, unos 525 metros lineales, y falta por ejecutar la segunda fase de la calzada que se llevará a cabo durante los meses de abril-mayo. Está previsto que el suministro de hormigón para la construcción del túnel finalizará en mayo y la obra completa se pueda abrir al público en el cuarto trimestre de 2021. Se calcula que la infraestructura se abrirá al tráfico rodado en el sentido salida de la ciudad, dirección Besós, a principios de septiembre; mientras que en el sentido de entrada, dirección Llobregat, lo hará a finales de noviembre.

Estos trabajos suponen para la compañía un paso más en la apuesta por la construcción de infraestructuras urbanas resilientes y sostenibles, que puedan hacer frente al cambio climático y sean durables, y robustas. Este tipo de infraestructuras se han convertido en una necesidad en nuestros días y son clave para avanzar hacia un modelo de ciudades inteligentes del futuro.