El proyecto de ampliación de la cuota de neumáticos fuera de uso (NFU) para ser usados como combustible en el horno centró la sesión de la Comisión de Sostenibilidad (CS) de Cementos Molins Industrial (CMI) celebrada el pasado 29 de noviembre. CMI ha pedido una redistribución del volumen de los residuos que se valorizan energéticamente para optimizar esta operación de acuerdo con los parámetros de funcionamiento de la fábrica y la disponibilidad en el mercado de cada tipo de producto.
Tanto el director de fábrica, Manel Guillem, como la directora de Calidad y Medio Ambiente, Marta Toribio, reiteraron las ventajas funcionales de este producto con un alto poder calorífico. También recordaron que la valorización evita que residuos como los NFU vayan a vertederos, y que esta práctica se ha revelado segura y útil en los más de 30 años de experiencia en Europa, hasta el punto de ser considerada una de las Mejores Técnicas Disponibles de la industria cementera por la Comisión Europea.
La sesión de trabajo también sirvió para debatir y aclarar algunos argumentos presentados por diversos colectivos e instituciones en el periodo de alegaciones ante la Generalitat de Catalunya, que es quien finalmente debe aprobar el cambio no sustancial solicitado. También se hizo un repaso a los estudios científicos de instituciones y universidades europeas y norteamericanas que concluyen que la sustitución de combustible fósiles por residuos en fábricas de cemento no altera significativamente ninguno de los parámetros de emisiones por chimenea.
Durante el coloquio entre los miembros de la CS se hizo patente la disparidad de percepciones sobre los potenciales riesgos asociados a la valorización energética de residuos. Los intervinientes pusieron énfasis en la necesidad de garantizar, a través de medidas precisas y continuadas, que la calidad del aire en el entorno de la fábrica se mantiene. En este sentido, conviene recordar el especial enclave de concentración industrial y de comunicaciones que representa esta zona del Baix Llobregat.