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La Unión Europea de Productores de Áridos premia dos proyectos sostenibles de Votorantim Cimentos

Votorantim Cimentos ha recibido el reconocimiento de la Unión Europea de Productores de Áridos por los dos proyectos de desarrollo sostenible que la empresa ha llevado a cabo en sus instalaciones de La Rinconada (Sevilla) y en Triacastela (Lugo). Estas menciones especiales reconocen la excelencia en la operación y la relevancia del trabajo realizado por el grupo en varias explotaciones, tanto en lo que respecta a su contribución a la sociedad como por el respeto al medio ambiente.

Los proyectos de restauración de la gravera “El Toril” de La Rinconada y de protección de Cova Eirós en Triacastela ya fueron galardonados en los Premios de Desarrollo Sostenible 2018, entregados por la Federación de Áridos. Este reconocimiento implicaba que los proyectos representaran a España en los Premios de Desarrollo Sostenible 2019 de la Unión Europea de Productores de Áridos.

En concreto, el proyecto de protección de Cova Eirós, llevado a cabo por la explotación minera Don Isidro, contempla un plan de gestión que define la estrategia de conservación de la cueva, restauración de su entorno y mejora de los beneficios generados a partir de la biodiversidad y el ecosistema. Esta cantera es la que abastece de materias primas a la cementera de Oural (Lugo).

Para ello, la empresa mantiene una estrecha colaboración la Administración tutora del patrimonio cultural y con el Ayuntamiento de Triacastela (municipio donde se localiza la cueva), con el propósito de compatibilizar la explotación de unas calizas de importantes cualidades y la existencia de un extraordinario yacimiento arqueológico y paleontológico, propiciando la declaración de Cova Eirós como Bien de Interés Cultural en 2019.

Además, Votorantim Cimentos mantiene una estrecha colaboración con la Universidad de Santiago de Compostela, que dota a la investigación de un equipo científico altamente cualificado, responsable de llevar a cabo los estudios arqueológicos que han sacado a la luz restos paleontológicos de entre 30.000 y 50.000 años de antigüedad.

Por su parte, el plan de restauración de la gravera “El Toril” se enmarca dentro de la política de la empresa Prebetong Áridos para devolver rápidamente las zonas explotadas a su anterior utilidad agrícola. Tan pronto como se da por finalizada la extracción de gravas de un sector comienza su restauración, relleno, aporte de tierras vegetales, nivelación y puesta en valor como terreno fértil adecuado para el cultivo. En poco tiempo los terrenos se convierten en cultivos de cereales, fundamentalmente trigo, cebada y maíz; algodón y girasol.

noviembre 2019

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