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Las tecnologías CAUC, la única alternativa para los sectores industriales con emisiones de carbono

Esta y otras conclusiones se presentaron durante una jornada organizada por la Asociación de Periodistas de Información Medioambiental (APIA) y la Plataforma Tecnológica Española del CO2 (PTECO2) junto con el Instituto de Ciencia y Tecnología del Carbono (INCAR-CSIC) y el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT). El encuentro tuvo lugar en el Instituto Geológico y Minero de España (IGME) con el objetivo de conocer las últimas innovaciones de las tecnologías CAUC. Se abordaron también los aspectos socioeconómicos y los distintos proyectos que se están desarrollando en la UE y en España.

La jornada, realizada en virtud del convenio de colaboración para impulsar al comunicación y divulgación de la información de estas tecnologías entre la PTECO2 y APIA, se inició con la intervención del presidente de la Plataforma Tecnológica Española del CO2 (PTECO2), Pedro Mora, quién destacó que “las tecnologías de captura, transporte, almacenamiento y usos y transformación del CO2 (CAUC) son la única alternativa para los sectores industriales con emisiones de carbono”. Por su parte, la presidenta de APIA, María García, quiso poner en valor este tipo de iniciativas ya que, “con tecnologías tan innovadoras, es muy importante que los periodistas cuenten con formación y acceso a fuentes de primera mano”, señaló.

¿Por qué es necesario desarrollar las tecnologías CAUC en España?
Fernando Rubiera del INCAR-CSIC y vicepresidente de la PTECO2, hizo a continuación un análisis de por qué es necesario desarrollar las tecnologías CAUC, recordando que “los riesgos asociados al cambio climático son más elevados en nuestro país que en el resto de Europa”.

En su análisis, Rubiera, citando al Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), afirmó que, limitar el calentamiento a menos de 2°C durante el siglo XXI, dependerá de una rápida aceleración de los esfuerzos de mitigación después de 2030. Según la International Energy Agency (IEA), aunque se cumplieran plenamente todos los compromisos de los gobiernos hasta la fecha, éstos se quedarían todavía alejados de poder alcanzar las emisiones netas en 2050 y de limitar el impacto global por el aumento de la temperatura a 1,5 ºC. Como consecuencia, insistió en que, para alcanzar los objetivos climáticos, existe la necesidad urgente de contar con las tecnologías CAUC.

Si nos centramos en España, las tecnologías CAUC son la única alternativa tecnológica con la que cuentan los sectores industriales con emisiones de CO2 de proceso, como el cemento, la cal, el acero o la industria química, recordando que en 2019 se emitieron 21,3 millones de toneladas de CO2, representando el 33% emisiones de la industria. En este sentido, remarcó que ahora es el momento de establecer las condiciones adecuadas para que las tecnologías CAUC prosperen en España siguiendo las directrices de la UE, ya que su implementación conlleva una fase de desarrollo del orden de los 8 a los 10 años. En su intervención, Rubiera también indicó que España no ha incluido hasta ahora en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) actividades de I+D+i para el desarrollo de estrategias y proyectos CAUC a gran escala para 2030, en contraposición con otros países europeos como Dinamarca, Noruega, Suecia, Bélgica, Polonia, Bulgaria o Italia, donde se está apostando netamente por estas tecnologías.

La captura de CO2 
A continuación, Covadonga Pevida del INCAR-CSIC y líder del grupo de trabajo de Captura de la PTECO2, fue la encargada de definir en qué consiste la captura de CO2 y los diferentes sistemas y tecnologías para llevarla a cabo, explicando que “la captura de CO2 consiste en la separación del dióxido de carbono del resto de los gases que se originan en los procesos industriales. Una vez separado, se transporta para su uso o almacenamiento. De esta forma, se reduce la cantidad emitida a la atmósfera”.

Pevida insistió en que alrededor del 30% de las emisiones mundiales de dióxido de carbono se consideran inevitables y que “reducir las emisiones no basta”. Científicos y líderes industriales coinciden en que no hay forma de alcanzar los objetivos climáticos sin la captura de CO2 ya que será necesario capturar 4Gt de dióxido de carbono de aquí a 2050. Además, Pevida enfatizó en el hecho de que el CO2 se considera un gas de efecto invernadero, pero “no debemos ignorar el papel fundamental que desempeñará como materia prima para la producción de futuros combustibles limpios” y aportó el dato de que, en 2021, las instalaciones CAUC capturaron alrededor de 40Mt en la industria y la transformación de combustibles.

Usos y transformación
En cuanto a los usos y transformación del CO2, el vicepresidente de la PTECO2, Víctor de la Peña O’Shea, comentó que actualmente la contribución a la limitación de emisiones es marginal mediante usos consolidados. No obstante, explicó que existe un amplio campo para la investigación e innovación, con oportunidades asociadas al desarrollo tecnológico de procesos de transformación del CO2 en combustibles y en el empleo de dióxido de carbono como materia prima en procesos químicos e industrias para la obtención de productos de alto valor añadido. Asimismo, el empleo del CO2 como materia prima permite a las tecnologías CAUC conectar con la economía circular.

De la Peña, recordó que el ritmo de implementación de las tecnologías CAUC es aún insuficiente, por lo que para desarrollar su potencial es preciso no solo difundir más eficazmente el reconocimiento del papel de estas tecnologías en las políticas climáticas, sino incrementar el apoyo tanto político como financiero.

Almacenamiento
Paula Canteli del IGME-CSIC y Líder del grupo de trabajo de Almacenamiento de la PTECO2, comenzó su intervención incidiendo en que, según estima la Comisión Europea, es necesario almacenar entre 300 y 640 millones de toneladas al año de CO2 para cumplir con el objetivo de cero emisiones netas en 2050.

A continuación, explicó los diferentes métodos para almacenar el CO2 y describió cómo en los acuíferos salinos profundos, a unos 1.000 metros de profundidad, el CO2 se inyecta en la capa permeable mediante un pozo de inyección. Los almacenes son permanentes y cuanto más tiempo pasa, más mecanismos de retención actúan, disminuyendo las posibilidades de fuga. En este sentido, Canteli apuntó que la viabilidad del almacenamiento geológico de CO2 está probada desde la década de los 70. En Europa, contamos con el proyecto Sleipner (Noruega), pionero en el almacenamiento permanente del CO2 en un acuífero salino profundo que supera ya los 25 años de experiencia sin haberse detectado fugas.

Las evaluaciones acometidas hasta la fecha han identificado suficientes emplazamientos de almacenamiento con capacidad sobrada para dar cumplimiento a los objetivos del Acuerdo de París. En el caso de España, hasta la fecha el IGME-CSIC ha identificado 103 acuíferos salinos profundos en nuestro país con potencial para ser almacenes de dióxido de carbono.

La principal barrera al desarrollo del almacenamiento geológico deriva de cuestiones económicas asociadas a modelos de negocio, funcionamiento del mercado y a decisiones de inversión, en las que juegan un destacado papel el riesgo y la incertidumbre. Además, en el caso del almacenamiento la percepción social puede jugar un papel crucial.

Actualmente hay 30 instalaciones en operación y más de 100 instalaciones en todas las etapas de desarrollo, con un enorme impulso en los últimos 2 o 3 años. En Europa, hay dos almacenes operativos en Noruega (Sleipner (1996) y Snovit (2008) y habrá varios operativos en los próximos cuatro años en Noruega, Holanda, Reino Unido o Dinamarca.

Aspectos socioeconómicos
La jeja de la Unidad de Análisis de Sistemas Energéticos del CIEMAT, Yolanda Lechón, comentó que se suele argumentar que las tecnologías CAUC son tecnologías de alto riesgo de inversión, lo que, sumado a la incertidumbre de la rentabilidad dada la volatilidad de los precios, las hace poco atractivas para alcanzar un uso comercial a gran escala. Pero insistió durante su intervención que las tecnologías CAUC pueden tener un papel importante como impulsoras del crecimiento económico.

Según estudios realizados en nuestro país, las inversiones necesarias para instalar y operar tecnologías de CAUC en España impulsarían la producción global de bienes y servicios con un efecto multiplicador de 1,8. Lechón añadió que la generación de valor añadido (contribución al PIB) de estas tecnologías se produce fundamentalmente en las etapas de captura, seguidas del transporte y por último el almacenamiento.

Además, destacó que las inversiones en tecnologías CAUC en nuestro país generarían alrededor de 27 puestos de trabajo netos por cada millón de euros invertido. Un empleo que proviene de los sectores de la investigación y el desarrollo, fabricación de maquinaria y equipos, comercio al por mayor, química, construcción y fabricación de productos elaborados metálicos.

Proyectos en la UE y en España
Para finalizar la jornada, el presidente de la PTECO2, Pedro Mora, presentó 10 proyectos de almacenamiento de CO2 vigentes que cuentan con subvenciones a la inversión de la UE y estados miembros.

En relación con las ayudas para reducir los costes de operación de las tecnologías CAUC en la UE se refirió al programa Stimulation of Sustainable Energy Production and Climate Transition (SDE++), promovido por el Gobierno holandés, que subvencionan la operación de tecnologías renovables y de descarbonización, incluyendo las tecnologías CAUC. En este sentido, informó de que los subsidios se asignarán por periodos de 12 a 15 años de operación y las ayudas dependerán de la reducción de CO2 lograda. Continuó comentando que podrán recibir subvenciones las empresas u organizaciones con o sin ánimo de lucro que operen en el sector industrial de la movilidad, eléctrico, agricultura o la construcción.  Como la captura podrá ser llevada por el propio operador; pero el transporte y el almacenamiento de CO2 podrá desarrollarse por terceros, Mora incidió en que “no es competitivo para nuestro nudo industrial capturar dióxido de carbono para enviarlo a otros países porque se está transfiriendo riqueza” concluyó.

marzo 2023

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