La compañía cementera ha definido una estrategia para reducir sus impactos locales y globales, promover la cultura ambiental y reportar los avances en sostenibilidad. Como parte de este proceso se ha comprometido a reducir en 25% las emisiones de CO2 por tonelada de cemento producida para el año 2015, con respecto a los niveles de 1990. Así, al cierre de 2008, se había alcanzado ya una reducción de 15,8% con respecto a 1990.
En el marco de la recientemente clausurada Cumbre de Copenhague Cemex firmó el «Comunicado de Copenhague». Se trata de una iniciativa privada e internacional, encabezada por el Grupo de Líderes Corporativos en Cambio Climático del Príncipe de Gales, que define el caso de negocio para el desarrollo de un marco climático de las Naciones Unidas que sea robusto, ambicioso, efectivo y equitativo, además de presentar un consenso global y progresivo respecto al tipo de acuerdo que podría alcanzarse.
Cemex lleva a cabo un riguroso control de emisiones, que son auditadas externamente y publicadas anualmente en los Informes de Desarrollo Sostenible. La compañía participa en el «Carbon Disclosure Project», una iniciativa voluntaria que solicita información anual acerca del desempeño y gestión de riesgo de las compañías en torno al cambio climático. Además, reconoce que el diálogo es clave para afrontar de manera efectiva el cambio climático, por lo que participa en debates nacionales e internacionales sobre el tema.
Los esfuerzos de la empresa para contribuir al desarrollo de una economía con bajas emisiones de carbono se basan principalmente en la innovación y construcción sostenible. Su objetivo es convertirse en el proveedor de materiales de construcción preferido por los clientes al estar en disposición de ofrecer productos innovadores y de alta calidad en los que en su proceso de producción se haya reducido las emisiones de CO2 por el camino de la eficiencia energética y los ahorros en materias primas. La mejora de las instalaciones y procesos, la utilización de las mejores técnicas disponibles en el mercado, el incremento el uso de combustibles y materias primas alternativas y el uso de fuentes de energía renovables son las principales vías para alcanzar este fin.
En este sentido, el objetivo de sustitución de combustibles alternativos por tradicionales es del 15% para el 2015 y del 23% para el 2020. Por lo que se refiere a la reutilización de materias primas alternativas para la fabricación del cemento, Cemex alcanzó en 2008 una tasa del 12%, llegando al objetivo que se había marcado para 2015, siete años antes de lo previsto. Este buen dato hace pensar que la meta de alcanzar el 15% en el uso de materias primas alternativas en 2020 pueda ser real también mucho antes de lo previsto.